El miedo a la flacidez puede motivar a muchos de nosotros a ir al gimnasio, pero para algunos miedos relacionados con este lugar son suficiente para mantenerlos lejos, los miedos en principiantes son normales y después de unas semanas se ve a esos principiantes yendo al gimnasio como profesionales, ¡Así que solo se trata de superar esos miedos, a continuación te decimos como!
1° Miedo: “Ni si quiera puedo hacer una sola flexión”
Para principiantes que aún no tienen la suficiente fuerza en la parte superior de su cuerpo, solo la idea de intentar hacer una flexión de brazos en público puede ser aterradora.
olución: Empieza con modificaciones para principiantes, para poco a poco fortalecer y llegar a hacer una flexión regular. Por ejemplo usa tus rodillas en el suelo o haz la flexión en una pendiente. También se recomienda utilizar la ayuda de un entrenador profesional, que te puede dar otros ejercicios para fortalecer tu cuerpo.
2° Miedo: “No quiero verme tan abultada”
Uno de los mitos más grandes entre las mujeres es que fortalecerán mucho músculo y se verán abultadas si empiezan a ejercitarse.
Solución: Las mujeres necesitan entender que crear masa muscular acelera el metabolismo, quema grasa y contribuye a crear un cuerpo esbelto. Además la mayoría de las mujeres no producen suficiente testosterona para “abultarse” por unos días en el gimnasio. Si bien podrías sentirte un poco más gorda al principio por que el músculo pesa más que la grasa, perderás peso a la larga, un estudio de la Universidad de Alabama demostró que mujeres que se ejercitaron muscularmente por 25 semanas perdieron más grasa abdominal que las que no.
3° Miedo: “No tengo suficiente tiempo como para conseguir resultados”
Un horario ocupado y el tiempo que uno piensa que es necesario para ejercitarse pueden disuadir a una persona de hacer ejercicios. La gente piensa que a no ser que hagan ejercicios por una hora o más al día, no verán resultados, así que no ven porque deberían esforzarse.
Solución: Hacer rutinas más cortas, pero hacer que cuenten. Incluso 30 minutos de ejercicio harán una GRAN diferencia. Está demostrado que series de pequeñas rutinas tienen el mismo efecto que una rutina más larga. Por ejemplo en una bicicleta estática o elíptica haz 10 intervalos de 1 minuto, con 1 minuto de descanso, es decir corre rápido por un minuto y descansa un minuto 10 veces, tres veces a la semana; de esta manera quemaras la misma grasa que si corrieras más lento por más tiempo.
4° Miedo: “Me puedo lastimar en la corredora”
Si bien la mayoría de las personas corren en trotadoras sin ningún tipo de complicaciones, historias de terror sobre quemaduras por fricción aterrorizan a algunos y los mantienen alejados de estas maquinas.
Solución: Empezar por una elíptica es un buen comienzo y por supuesto tener a alguien que te explique cómo utilizar la maquina. Se puede empezar caminando lentamente, como a 6 km. por hora, también es mejor utilizar el modo manual que el de programas automático cuando se empieza, pues el programa que escojas podría acelerar cuando menos te los esperes; lo que quieres y necesitas es tener control sobre la corredora, no que la corredora te controle a ti.
5° Miedo: “Me voy a aburrir”
Actividades tales como levantar pesas, o correr, o el ciclismo estático, pueden verse monótonos, algunas personas están tan asustadas de aburrirse que ni si quiera intentan ejercitar.
Solución: La solución está en la variedad, usar la corredora un día, la elíptica el otro, la bicicleta el siguiente y así ir cambiando. Otra opción puede ser inscribirse en alguna clase divertida, como TRX o Pilates, el estar con otras personas ejercitándote lo hace más divertido.
6° Miedo: “Me veo gorda/o”
Tal vez el peso extra que crees que tienes te impulsa a ir al gimnasio, pero también puede ser una fuente de inseguridad que no te permite inscribirte a uno.
Solución: Deja tus preocupaciones en la puerta, ir al gimnsasio es un gran paso hacia la construcción de un cuerpo más fuerte y esbelto y las otras personas del gimasio saben eso. Una vez que tomes esos primeros pasos para empezar a ejercitarte, encontrarás solidaridad por parte de los demás. El ejercitarte debería ser un momento de orgullo para ti, no de vergüenza.
7° Miedo: “Me puedo pegar una infección”
Aunque es relativamente raro, infecciones de estafilococo se pueden transmitir en un gimnasio, pues estas en contacto cercano con otras personas y tal vez con superficies contaminadas, como el piso de las duchas.
Solución: Si tienes alguna herida abierta, cúbrela. Toma ventaja de los espray de sanitización de los gimnasios y las toallas de papel para limpiar las áreas donde te ejercitaras, usa una toalla para sentarte en las maquinas. Estos consejos no solo te protegerán de infecciones sino también previenen la propagación de gérmenes en general.
8° Miedo: “No seré capaz de mantener un ritmo de ejercicios”
Puede sonar absurdo, pero algunas personas no empiezan a ejercitarse pues tienen miedo a no ser capaces de mantener el ritmo por un tiempo prolongado.
Solución: Sugerimos hacer un calendario de ejercicios y comprometerse a ejercitarse ciertos días. Una vez que te haces un compromiso es más probable que continúes cumpliéndolo. Trátalo como una cita con el doctor, a la que no puedes faltar, porque tu salud es importante.
9° Miedo: “No sé cómo empezar”
El primer día en un gimnasio puede ser abrumador, entre el laberinto de maquinas y las, aparentemente infinitas, opciones de ejercicios, por lo que no es sorprendente que muchas personas no sepan por donde comenzar.
Solución: Edúcate, levanta un libro o una revista que explique cómo funcionan los grupos de músculos o empieza en casa usando un video que te suba el autoestima y confianza, cuando estés listo/a únete al gimnasio. Puedes empezar con 30 minutos de cardio 3 días a la semana y con 30 minutos de entrenamiento con pesas 3 días a la semana, lo cual lo puedes ordenar en 6 días o comprimirlo en menos días combinando ambos ejercicios.
10° Miedo: “Voy a estar adolorido/a”
Quieres un mejor cuerpo, pero no quieres estar caminando como Frankenstein por los siguientes días despues de ejercitar.
Solución: Cuando recién empiezas a ejercitar, limita tu tiempo a 30 minutos, de esa manera no te sobre exiges, además elonga antes y después de ejercitarte. Podrías estar adolorido después de unos días de ejercicio, pero no deberías sentir un dolor debilitante. Si no sabes cuánto es mucho, intenta trabajar con un entrenador personal, que te puede enseñar cómo hacer ejercicios sin lastimarte y ayudarte a entender tus límites. Además asegúrate de tener días de recuperación en tu rutina.
Fuente: http://fitbie.msn.com/get-fit/tips/10-surprising-fears-keep-people-gym/tip/2
Traducción: Karla Bozo Salinas